martes, 13 de enero de 2015

Martes 13...

Odio los martes 13. Los días de lluvia, el frío. Odio las dudas, y sentir que cada momento de duda es un instante que estoy desaprovechando. Odio los altibajos y la incertidumbre del futuro. Odio las heridas mal curadas, y el caro vendaje que ni siquiera venden en farmacias. Detesto el rencor, olvidarme de olvidar. Ver todo oscuro. Odio tomar decisiones, las matemáticas de la vida. Odio lastimar, ver lágrimas en mi nombre

2 comentarios:

  1. Odio los martes 13, los días soleados, los días cálidos de invierno, donde la ciudad te tienta a pasear por sus calles, pero sin fuerzas los rechazas. En esos días tristes, de melancolía, e incertidumbre como hoy. Solo tengo fuerzas para beber té, y leer poesía. Y leyendo y bebiendo, dejo pasar el día, esperando la noticia que me saque de este martes 13.

    Llanto (Mario Benedetti)

    El llanto es una forma de estar vivo /
    cuando lloro me habita el sentimiento
    sé que puedo morir en el intento
    pero esta vez no quedaré cautivo

    el llanto nunca es algo decisivo
    ya que a las lágrimas las seca el viento
    se recupera de a poco el aliento
    y uno queda de nuevo pensativo

    llorar es un escándalo del alma
    que de esa forma dice lo que anhela
    puede ser más coraje y menos calma

    cada sollozo tiene sus matices
    y aunque sufra el amor y aunque nos duela
    con el llanto uno riega sus raíces

    Aprendizaje (Mario Benedetti)

    Aquí y allá aprendemos cautamente
    en el río / en la noche / en la fatiga
    a vivir glorias o a morir de pena
    en el rumbo mejor o a la deriva

    no está mal ser humilde por las dudas
    y dejar el fulgor para otro día
    (En un comienzo el corazón callaba
    sólo después supimos que latía)

    aprender es un rito una costumbre
    no le hace mal a nadie ni se olvida
    aprende quien asciende hasta la cresta
    pero también quien busca entre las ruinas

    aprender es abrirse a los afanes
    y ¿por qué no? también a la utopía
    la enseñanza es enjambre y sus gaviotas
    se posan en el alma sorprendida

    sabemos que aprender tiene su riesgo
    y puede convertirnos en ceniza
    pero no importa / hay que aventurarse
    aunque eso no les guste a los de arriba

    hay que saber del tiempo / hora por hora
    porque vivir no es una lotería
    dame esa mano que me enseña siempre
    y vayámonos juntos por la vida

    Pensar / Sentir (Mario Benedetti)

    Pensar lo que se siente a duras penas
    es frecuentar el arrabal del alma
    uno se va vaciando de discordias
    de sobresaltos y arrepentimientos

    pensar lo que se siente es descubrir
    las claves de lo que somos o que fuimos
    cerebro y corazón no siempre se conjugan
    suelen tomar en serio sus contradicciones

    las alondras nos juzgan desde lo alto
    no se sabe con qué / pues no cavilan
    no se sabe por qué / porque no sienten
    su razón es el vuelo y aquí estamos
    aquí abajo vanidosos y humildes
    mirando al cielo como un techo
    y usando vida a cuatro manos
    dos son las mías / dos las tuyas
    ellas se estrechan como queriéndose
    quizá queriéndose por fin

    pensar lo que se siente es descubrir
    un poco de uno mismo y de los otros
    pensar del desconcierto a las tristeza
    pero aprendido siempre
    a vivir con los ojos bien abiertos

    pensar lo que se siente
    sentir lo que nos pasa
    pero yo sé que si una vez
    me llevan al casino del azar
    apostaré mis pobres fichas
    todas al sentimiento

    ResponderEliminar
  2. Rabia (Mario Benedetti)

    La rabia es una vieja maldición
    que a veces se nos fija en una grieta
    o nos persigue hasta los escondites
    donde guardamos las evocaciones

    la rabia tiende a desacomodarnos
    nos tapa el corazón con una cáscara
    y termina centímetro a centímetro
    con la serenidad de otros ayeres

    son malditas las animadversiones
    nos dejan sus ponzoñas en la sangre
    después es más difícil estar limpios
    de fobias y de imbéciles inquinas

    variante de los odios puede ser
    de esos odios que ignoran los mejor
    de nosotros de otros y del tiempo
    y su huella es tan sólo el infortunio

    me da rabia la rabia pero sé
    que sólo hay una forma de curarla
    y es invadirla con el buen amor
    y volcarla en el pozo del olvido

    ResponderEliminar