Pánico
a los horarios, a una vida demasiado planificada. Miedo a lo
desconocido
aunque me despierte cierta curiosidad. Y también a lo conocido,
por no saber nunca si lo conozco suficientemente. O demasiado, o
quizá demasiado poco.
Me
da miedo la ignorancia.
Sentirme vulnerable.
Me
asusta el poder de las palabras,
ya que pueden ser flores pero también cuchillas sus espinas. Temo a
los recuerdos. A las falsas apariencias.
Me
da miedo el paso del tiempo,
y sentir que es desaprovechado. No ser feliz a causa del propio
miedo. Miedo al futuro
y
al pasado.
Al presente,
por si se me escapa demasiado rápido. Miedo a llegar tarde a mis
metas,
a
llegar cuando mi tren ya ha partido. Miedo a no llegar a vivir como
quisiera, a dejarme algo por el camino.