Cuántos amaneceres se dejan pasar creyendo que
son todos iguales. Cuántas lunas llenas nos hemos perdido a causa de la niebla. Imaginaria en el mayor de los
casos. Cuántos momentos se nos han ido para siempre, por haber estado ausentes.
Cuántas palabras deberíamos congelar para conservarlas una eternidad, y otras tantas miradas. Cuantas cosas solemos dejar para luego…
Todos sabemos que la vida es el resultado de todas
las decisiones que tomamos, de todas nuestras acciones. Acertadas o equivocadas.
Sin olvidar todas aquellas decisiones que no llegamos a tomar nunca. Cuando un sí y un no pueden cambiar toda nuestra
existencia. Cuando te encuentras entre el abismo y el infinito.
Algún día deberíamos aprender a abrir puertas
sin miedo, a dejar las preocupaciones de lado. Algún día deberíamos guardarnos arena en los
bolsillos para ir rellenando los relojes del tiempo que veces por costumbre
perdemos. Abrir la caja de los recuerdos
sin temblar, sabiendo que los instantes bonitos son siempre más amargos que
los malos cuando los recordamos.
Quizá, algún día…