He aprendido que en la vida siempre quedan instantes maravillosos. Que cada día es uno menos para vivir y debo disfrutarlo. Que si miro atrás puedo darme cuenta de lo afortunada que soy ahora. Que no debo dejar que nada ni nadie me borre la sonrisa, que tanto esfuerzo me costó recuperar por vivencias pasadas.
Que después de todo el corazón es solo un músculo que bombea sangre...
He aprendido que hay situaciones que me perseguirán toda la vida, que aunque me he acostumbrado a vivir con ello sin permitir que me derrumbe… probablemente mi reflejo siempre me saque alguna que otra lágrima.
Que la mayoría de las veces tenemos que obedecer a la razón, y no al corazón… Que en muchas ocasiones la frialdad es una virtud. Que las palabras si no se demuestran son solo eso; palabras vacías.
Pero sobretodo he llegado a la conclusión de que me merezco ser FELIZ , y que nada ni nadie me corte las alas…