jueves, 27 de septiembre de 2012

París avec toi!

Magia. Las calles de esa ciudad están llenas de eso, de magia, y allá donde mires encuentras belleza, el encanto de un cuento de hadas. Durante una semana he vivido una especie de sueño con una persona increíble. 

Sentir cada mañana sus caricias mientras el primer rayo de luz se colaba entre las cortinas de la habitación. Caminar de su mano a orillas del río Sena, besar sus labios y sentir un dulce sabor a Frappé de Fraise. Admirar la Torre Eiffel  iluminada, mirarle y quedarme atontada con su sonrisa. Recorrer Notre Dame agarrada de su brazo e imaginarnos que vivimos en una de las preciosas casas de la Rue Rembrandt. Comernos a besos en cualquier rincón de París, y ver lo guapo que está empapado por la lluvia. 

Pasar por delante de Moulin Rouge al volver al hotel mientras él come gusanitos de gominola, y seguir como a primera hora de la mañana; besándonos, abrazándonos a cada dos pasos. El olor crêpes perfumando cada rincón de la ciudad. Miles de recuerdos que jamás se olvidarán. 






Así de mágico es París, volvería mañana mismo si es con ÉL.

martes, 4 de septiembre de 2012

Más allá de los sueños.




Soy de las que cuando duerme entra en un mundo paralelo, un mundo mágico donde todo es perfecto; en el que sobrevivo a base de
sueños. Soy de las que a veces prefiere estar sola y olvidarse del mundo, de las que se duerme abrazada a una almohada rellena de recuerdos, los que hoy me hacen ser quien soy

En alguna ocasión me han dicho que vivo todo con demasiada intensidad. Al principio me parecía que lo que decían no tenía mucho sentido pero con el paso del tiempo me he dado cuenta de que llevaban razón. Sí, es cierto. Es posible que le haya dado mucha importancia a cosas que en realidad no se lo merecían pero, aun así, no me arrepiento… 
He caído y me he levantado. Me he ilusionado y me he decepcionado. He reído y he llorado. He aprendido. He gritado de alegría y de desesperación. Conozco lo que es la incertidumbre, el dolor. Sé lo que es la esperanza. He besado y abrazado. Me han querido. Me han odiado. He cogido una mano y he rechazado alguna que otra. He perdonado y olvidado. He pensado que sería la última vez y me he vuelto a equivocar, pero aún así he vuelto a empezar. 

Y es de lo que se trata la vida, de no cansarse de volver a empezar; porque cuando menos lo esperas y en el lugar menos pensado encuentras a alguien que te cambia la vida, que hace que ya nada sea como antes. Que cada mañana despiertes pensando que la realidad es mucho mejor que los sueños.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Y así como llegó, se va. Adiós verano.



Aún no sé como podría definir este verano. ¿Diferente? ¿Impensable? ¿Sorprendente…? No lo sé. Pero desde luego no ha sido igual a otros veranos, y con decir que la sonrisa continúa en mis labios está todo dicho.

Ya se fueron los últimos días de agosto, con una tiritera de recuerdos de calor y luna llena. Supongo que las huellas de la primera semana de septiembre serán algo plomizas... 
El verano está a punto de llegar a su fin; y ya cada mañana entra por la ventana de mi cuarto una fría y fina brisa que me despierta erizándome la  piel.  Es una sensación agradable, de hecho mentiría si dijera que no me gusta… pero al mismo tiempo me pone nostálgica sentir cómo el verano se escapa poco a poco entre los dedos de mis manos.

Nunca me gustó septiembre, es cierto. Pero esta vez  no viene con las manos vacías, sino que trae consigo una mochila llena de ilusiones y de momentos maravillosos. PARÍS. ÉL


No podría pedir más.