Sentimientos sin fechas de caducidad.

Ya hace exactamente 183 días desde que se cruzó en mi camino; 6 meses desde que entre sonrisas, caladas y copas de ron nuestros labios se fundieron por primera vez. Desde entonces fue creciendo en mí una ilusión y ya nada es como antes, porque le tengo a él.

Estoy más segura que nunca de que el amor existe, que sin buscarlo lo puedes llegar a encontrar. Que cuando llega a tu vida los días son más lindos; que hay que cuidarlo bien, porque se puede llegar a escapar fácilmente. Que si no lo valoras lo suficiente se marcha sin mirar atrás, sin volver jamás. Que tiene el poder de convertirte en la persona más feliz del mundo, y que hace que una vez que hayas conocido a esa persona, ya no puedas volver a vivir sin él.

El sabor de las despedidas...

Y allí estaba, en la estación abrazada a ti. Hubiera dado lo que fuera por volver atrás aunque tan solo fuera un par de horas. Me estrechabas entre tus brazos cada vez más fuerte y yo te besé con un nudo en la garganta, hasta que mis lágrimas empezaron a resbalar por mis mejillas.

Besé tus labios por última vez y subí al bus. Miradas a través de la ventanilla, entre lágrimas, sonrisas, TE QUIEROS… El bus comenzó a alejarnos, pero un trocito de mí se quedó prendido de tu mirada.

Hacía muchos años que no me dolía el corazón por amor. Fue entonces cuando me di cuenta, que estoy enamorada.