Me niego a ir por la vida de puntillas por temor a perder, a tropezarme o a sufrir. No quiero una vida
Prefiero las cicatrices que quedan en el alma después del golpe de una desilusión, a no saber lo que es soñar. Porque las heridas sanan y lo más importante de todo es que nos enseñan a vivir.
Muy buena esta entrada niña, me ha dado muchos ánimos porque tienes razón en lo que dices. Muchos saludos!!
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