viernes, 18 de enero de 2013

Maldito insomnio!

Noches de enero que se convierten amargas si no sabes encontrar el edulcorante adecuado
Duermes, pero pocas horas más tarde te despiertas de golpe. Sin ayuda de nada. Quizá no necesitas dormir más, porque ya no te hace falta soñar para cegarte ante la realidad. Envuelta entre las sabanas y con unas repentinas e inevitables ganas de recibir un abrazo, uno de aquellos abrazos cálidos, de esos abrazos que no son acompañados de palabras porque no las necesitan.

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