Y allí
estaba, en la estación abrazada a ti. Hubiera dado lo que fuera por volver atrás
aunque tan solo fuera un par de horas. Me estrechabas entre tus brazos cada vez
más fuerte y yo te besé con un nudo en la garganta, hasta que mis lágrimas
empezaron a resbalar por mis mejillas.
Besé
tus labios por última vez y subí al bus. Miradas a través de la ventanilla,
entre lágrimas, sonrisas, TE QUIEROS… El bus comenzó a alejarnos, pero un
trocito de mí se quedó prendido de tu mirada.
Hacía
muchos años que no me dolía el corazón por amor. Fue entonces cuando me di
cuenta, que estoy enamorada.
Intento averiguar si esto es ficción o te ha pasado de verdad, pero no acabo de verlo...
ResponderEliminarNo, no es ficción. Fue real al igual que el resto del blog.
Eliminar