Días
en los que sientes que no encajas en nada, que no sabes cómo empezar a decir las cosas o simplemente no tienes
palabras para describir lo que sientes, porque ni siquiera tú lo sabes. No todo
depende de que el primer pie que toque el suelo al levantarte sea el izquierdo, ni que a las
7:00 de la mañana se te cruce un gato negro.
Últimamente, antes de dormir pienso
en todo aquello que me gustaría cambiar. Y me asusto al pensar que serían
demasiadas cosas. Y soy tan cobarde que me veo incapaz.
Me miro al espejo, y la chica
de enfrente me mira con la mirada pérdida, diciéndome sin palabras que mis ojos
no son más que un mar de dudas e incertidumbre dónde se me hace difícil nadar. Mucho
hablar sobre los demás, pensar en amar a los demás, criticar los defectos de
los demás… y aún no sabemos nada de nosotros mismos.
Es posible que últimamente tenga
demasiada presión, que nada me inspira.
Todos tenemos días malos, no te preocupes. Mucho ánimo ;)
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